Fuentes cercanas a Néstor Kirchner desmintieron tajantemente que el ex presidente haya "sufrido una recaída de un problema de salud intestinal". Entre sonrisas y sorpresa, un colaborador de máxima confianza negó la versión difundida por una agencia de noticias local."Es absolutamente falso, está bárbaro en (la Quinta) Olivos, y yo estoy acá con él", dijo su asistente del otro lado de la línea, sin dar más detalles. Segundos antes de dar esa respuesta, y frente a la interrogación de este medio, se pudo escuchar al unísono un coro de carcajadas ocurrentes.
La información que había trascendido de "manera extraoficial" daba cuenta de que el "ex mandatario habría concurrido a un centro asistencial de esta capital por ese problema de salud".
No es la primera vez que se habla de la salud de Kirchner. Un semanario publicó en 2006 que desde antes de llegar a la gobernación de Santa Cruz, en 1987, el diputado electo del FPV carga con diagnóstico de "colon irritable". Desde allí que las versiones sobre "recaídas o estados delicados de salud" surjen cada tanto. Sus amigos siempre se encargan de desmentirlas. Sus laderos no dudan en adjudicarlas a sus enemigos.
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