El viernes al mediodía, las presidentas de Chile y Argentina, Michelle Bachelet y Cristina Fernández de Kirchner, se trasladarán hasta Maipú, en Chile. Ahí, reeditarán el abrazo que en 1818 concretaron los generales de ambos países, Bernardo O'Higgins y José de San Martín, tras la batalla que selló la independencia chilena.El gesto acompañará la suscripción del nuevo Tratado de Integración, que complementa el acuerdo de paz firmado en 1984, y que busca sistematizar las numerosas instancias de diálogo entre los dos países. Pero no será lo único: Bachelet y Fernández apuestan a dar una fuerte señal de integración al firmar un protocolo adicional inédito, que apunta a establecer la libre circulación de personas entre ambos países. Como informa el diario El Mercurio, de Chile, según fuentes diplomáticas, dicho pacto establecerá la creación de un "grupo especial de trabajo" para alcanzar este nuevo régimen. Y aunque el objetivo es que esta modalidad -que hasta ahora Chile no tiene con ninguna nación vecina- funcione a lo largo de toda la frontera, el trabajo comenzará con una zona piloto, en el extremo sur de ambos países.
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