lunes, 29 de marzo de 2010

Se renuevan las denuncias por la central termoeléctrica de Río Turbio

Greenpeace dijo en un comunicado que el Gobierno argentino pagó a Isolux 141,8 millones de dólares por la construcción de la central de generación eléctrica a carbón de Río Turbio, en Santa Cruz, antes de que se aprobara el estudio de impacto ambiental que exigen las leyes argentinas.

"Isolux cobró de parte del Gobierno un pago por anticipo de obras cuando aún no había sido aprobado el estudio de impacto ambiental del proyecto, que es el requisito que establece la ley para liberar los pagos de contratación de empresas que están a cargo de este tipo de proyectos", dijo a Efe el jefe de prensa de Greenpeace Argentina, Gonzalo Girolami.

Según la organización ecologista, la resolución por la que se emitieron diez pagarés para el pago de 141,8 millones de dólares data del 27 de diciembre de 2007, mientras que los pagos correspondientes a estos pagarés se concretaron entre enero y agosto de 2008 e Isolux presentó el estudio de impacto ambiental en septiembre de 2008.

"Se supone que los pagos adelantados fueron utilizados para iniciar la compra del equipamiento de la usina en el exterior, lo cual muestra que el proyecto se inició independientemente del resultado de la evaluación ambiental", explicó Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace Argentina.

Portavoces de Isolux aseguraron a Efe que "el pago recibido en concepto de anticipo de obra fue de 74.723.861,16 pesos" (unos 19,2 millones de dólares).

"Este anticipo se encuentra en el marco de lo previsto por la normativa legal y las disposiciones del correspondiente contrato de obra pública, producto de lo cual la empresa ofreció una garantía por el mismo monto anticipado", añadieron las fuentes.

Explicaron que "de forma inmediata a la celebración del acta de inicio provisional de obra se comenzó con la elaboración del estudio de impacto ambiental requerido por la legislación, el cual fue sometido a proceso legal y administrativo correspondiente, incluyendo una audiencia pública y la aprobación por parte de las autoridades competentes en diferentes jurisdicciones".

"Una vez que se cumplió satisfactoriamente con este procedimiento, se procedió a suscribir el acta definitiva de inicio de obra, con lo cual recién en ese momento se comenzó con la ejecución física de la obra", añadieron.

Según la empresa, mientras se realizaba el estudio de impacto ambiental, "resultaba imprescindible comenzar con la etapa de ingeniería previa a la obra, a cuyos efectos se destinaron fondos provenientes del pago del anticipo".

"Es incorrecto afirmar que el anticipo de la obra demuestra la decisión de ejecutar el proyecto a cualquier costo, independientemente del impacto ambiental", aseguraron los portavoces.

Según Greenpeace, los pagos recibidos hasta la actualidad por Isolux totalizan 393 millones de dólares, mientras que el presupuesto total para la obra es de 700 millones.

La cuestión del costo de esta obra es un asunto que investiga la Justicia a partir de una denuncia por supuesto sobreprecios hecha por el diputado Juan Carlos Morán, de la opositora Coalición Cívica, quien sumará a la causa la denuncia pública hecha hoy por Greenpeace.

La organización ecologista objeta además la decisión del Gobierno argentino de construir una planta de generación eléctrica que se alimenta con un combustible contaminante como el carbón.

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